Marko Ciurlizza: "Jugaba en Universitario de Deportes, pero amaba a Alianza Lima"

Marko Ciurlizza se confesó con Depor. Reconoció que siempre fue aliancista, pero que fingió ser hincha crema para evitar bronca con la Trinchera.

Marko Ciurlizza: 'Jugaba en Universitario de Deportes, pero amaba a Alianza Lima'

Marko Ciulizza disputó 34 partidos con la Selección Peruana. (Jesús Saucedo)

Nunca se sintió un intruso en casa ajena. Marko Ciurlizza era íntimo desde la cuna, pero cuando solo tenía 15 años, la ‘U’ le hizo una oferta y nunca lo dudó: el ‘Tigre’ se puso la crema y se entregó al 100% como si fuera la propia blanquiazul.

El ex volante habló con Depor y recordó los detalles más picantes de sus 15 años como futbolista.

¿Quién te animó a ir a la ‘U’ siendo blanquiazul?
Entrenaba en Regatas Lima desde que tenía 13 años. Un día me vio Jaime León Pallete, un ex dirigente crema, y me pidió ir a jugar a la ‘U’. Primero me negué, pero yo solo quería jugar y sabía que se trataba de un club grande. Pocos chicos tenían una chance así y no quise desaprovecharla.

Cuando llegaste a la ‘U’, dijiste que eras hincha crema.
Lo hice por recomendación de unos hinchas de la ‘U’ que me conocían desde muy chico. Tuve que negar mi pasión por Alianza para no tener problemas con la ‘Trinchera Norte’.

¿Eras un ‘intruso’ en el club?
Pero no era solo yo, ojo. Estando en los menores de la ‘U’, en 1994, fui a ver un clásico en la tribuna sur de Matute. Estaba gritando normal, hasta que un chico me toca el hombro y me pregunta con la cara seria: “¿‘Causa’, tú juegas en la ‘U’, verdad?”. En ese momento pensé: “Pucha, de acá no salgo vivo”. Lo bueno fue que después me aclaró que él me conocía, porque jugaba en la categoría 76 de la ‘U’. Eso sí, después de eso ya nunca se me cruzó por la cabeza ir a ver otro partido de Alianza.

Pero luego de ser tricampeón te arrancaste a Matute.
Es que no valoraron lo que hice. La ‘U’ quería pagarme el mismo sueldo de siempre. Alianza me ofreció el doble y la ‘U’ no movió un solo dedo. Me dio tristeza, porque ese mismo año trajeron extranjeros por mucho más de lo que me ofrecía Alianza, y nunca rindieron.

¿Por qué crees que no te consolidaste en el extranjero?
Creo que son varias las razones. En el año 2001 llegué al Botafogo lesionado, y entonces debuté en el Brasileirao sin reacondicionamiento físico. No marqué la diferencia, pero tampoco lo hice mal. Anoté dos goles en menos de seis meses.

Y uno de esos fue en el mismo Maracaná.
Claro, fue ante Flamengo, en un clásico carioca. Hice una pared con un compañero, quedé solo ante el golero Julio César, al borde del área grande, y definí a su palo derecho. Me puse un poco nervioso, jaja.

En el Perú, en cambio, te costó mucho más hacer goles.
Bueno, me gustaba llegar al área, pero prefería dar el pase y no patear al arco. Fue algo que no entrené de chico. Tenía pase-gol, aunque pocos se acuerden de eso, porque se la daba a Waldir Sáenz (en Alianza), pero él las fallaba todas, jajaja.

¿Cuándo, por ejemplo?
En un clásico en Matute le di cinco pases de gol. Se la dejé servidita y ninguna metió. ¡Abusivo! Pero hay que aceptar que las más difíciles sí las hacía.

“Le pegué en las ‘boloñas’”

¿Cuál fue la final más difícil que jugaste?
La más emotiva fue la del 98. Es especial para mí, porque fue mi primer título. Además, regresé justo para esa final, dos meses después de que me operaron de los meniscos de la rodilla derecha. Fue tan exigente ese partido con Cristal que terminé recontra ‘molido’. Es más, ni ganas tuve de patear en la definición por penales.

Dime la verdad: ¿Qué sentiste cuando ‘Cuto’ Guadalupe iba patear en esa definición?
Se nos hizo ‘agua’ a todos. Encima se pasó la lengua por las manos antes de patear. Para colmo, se demoró una eternidad para acomodar la bola y se nos hizo un nudo en la garganta. No le teníamos fe, pero al final fue el que mejor pateó. Eso creo que le metió presión a Germán Carty en el siguiente penal.

¿Por qué te molestaban de ‘gordo’ tus compañeros?
A las pretemporadas siempre llegaba con un par de kilos de más y, para molestarme, me mandaban a la mesa de los gordos. A pesar de que bajaba de peso, siempre era ‘el gordo’.

Cuando estabas en Alianza, ¿es cierto que ‘Pepe’ Soto y Jayo invirtieron en tu pase?
Imposible. Mi pase lo compraron unos inversionistas, pero ¿‘Pepe’ y Jayo? ¿De dónde ‘michi’ si no hay gato? Estarían pagando hasta ahorita y con la antigua tarjeta Saga, jajajá.

¿Te consideraste rudo?
Solo una vez se me fue la mano. En la final del 98, contra Cristal, a Javier Ferreyra (ex volante paraguayo) lo perseguí y, como no llegué, tuve que meterle una patada en las ‘boloñas’. Me gané bien la amarilla y jugué asustado el resto del partido.

¿Te dolió dejar Matute? Después de Alianza pasaste por varios clubes chicos.
Los últimos años los jugué con artrosis. Siempre entrenaba al límite de mis posibilidades físicas, por eso me lesionaba tanto. Tuve que dejar el fútbol a los 35 años porque los médicos me advirtieron que, si seguía con esa exigencia, acabaría en silla de ruedas. Me quedé sin cartílagos de un momento a otro .

Costó llanto y sangre

En la segunda final de 1999, ante Alianza, Ciurlizza jugó los últimos 20’ con una gasa en la boca. Una profunda herida le impidió celebrar el título en Matute con la crema de Roberto Chale.
“Terminé con el labio roto, no paraba de sangrar. Solo quería irme para que me cosieran la herida. Después me dijeron que ‘no quise celebrar’, pero el poco rato que estuve lloré de la alegría. Pensaron que fue porque le quité el título a Alianza (risas)”, dijo.

‘Gomeada’ Monumental

El ‘Tigre’ hacía bromas pesadas, pero en el 2000 se ‘achoró’ feo con Gustavo Grondona en un entrenamiento de la ‘U’… y ‘cobró’. “Paolo Maldonado me apostó un cebiche a que no me tiraba un gas en la pelada de Gustavo Grondona, mientras se estaba estirando en la cancha. Lo hice, pero después me persiguieron entre 10 por todo el Monumental para ‘gomearme’. El ‘Puma’ Carranza quería calatearme y tuve que agarrar fuerte mis calzoncillos. Me lo tenía bien merecido”, recordó Marko.

Aún la sigue moviendo

Desde el año pasado, Marko juega la Liga de Fútbol 7 con la camiseta de Alianza. Para el ex volante es como recordar sus mejores épocas en el ‘verde’.
“No hay el mismo rigor de los tiempos en que jugábamos de corto, claro, pero cada partido se disputa con bastante ‘pica pica’. La semana pasada se repartió harta patada en el clásico, como en los viejos tiempos, pero sabemos que es parte del espectáculo”, señaló.

Por Omar Paredes
oparedes@depor.pe

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