Carlos Galván y la entrevista que todo hincha de Universitario debe leer (FOTOS)

Para muchos, el fútbol acaba cuando te desatas los pasadores y cuelgas los chimpunes. Cuando dices ‘yo fui’ y dejas atrás el ‘yo soy’. Pero Carlos Galván la tiene clarita: le costó despedirse, pero si algo lo mantiene feliz, es el cariño latente del hincha crema. “Estaba por retirarme y Universitario de Deportes me devolvió la alegría”. Es que le dio eso y muchísimo más.

Llegas en una edad madura y decides jugar, tal vez, más de lo pensado…

Vine con 34 años, luego de haber rechazado una oferta de Nacional de Uruguay y otra de Colombia. Me quisieron por solo seis meses y me parecía muy poco tiempo como para mover a mi familia. Quedamos con Universitario de Deportes en un año y tres meses, y después me dijeron “queremos que te quedes un año y medio más”.

¿Y por qué el Perú?

Es que nunca me establecí en Argentina y, antes de que me llamen de acá, yo pensaba en el retiro. Todavía estaba motivado, pero no sentía la misma alegría por el fútbol. Y Universitario de Deportes me devolvió todo eso, hasta con títulos incluidos.

Cuesta entenderlo para alguien que incluso llegó a la selección de su país…

Es que para mí nada fue fácil. Muchos no lo saben, pero estuve a punto de dejar el fútbol. Tenía 17 años y me tocó el servicio militar obligatorio. Ya entrenaba en Racing y estaba por debutar en Primera… hasta que me mandaron al cuartel.

¿Qué pasó entonces?

El club mandó una carta, pero nunca respondieron. Mi familia tampoco podía hacer mucho. Al final, tanto le rogamos al coronel que me soltó, pero solo porque le gustaba el fútbol. Igual, pasé tres meses encerrado y fue todo un calvario.

Entonces, ¿te consideras un tipo con suerte?

A medias, porque todo me costó. Pero hice una linda carrera y enfrenté a grandes jugadores. Es más, tengo un montón de camisetas guardadas.

Hablando de eso, ¿el jugador más difícil de marcar? ¿Maradona puede ser?

Fue el más grande de todos los tiempos, pero también enfrenté a Tevez, y en Brasil, me tocó bailar con Robinho y Diego en los entrenamientos con Santos. Ah, y el ‘Burrito’ Ortega también fue muy difícil, era una locura lo que jugaba.

¿Y en el Perú, se compara a alguno en particular?

Acá, en Cienciano, el chino Sawa era imparable, tan difícil en su momento como los demás. Eso sí, quiero hacer una aclaración en mi defensa, porque yo lo agarré con 35 años. Si hubiese tenido su misma edad, te juro que no pasaba (risas).

¿Fue el año del primer título?

Sí, 2008 con Gareca, y al año siguiente fuimos campeones nacionales. Teníamos mil problemas, diez meses sin cobrar y todo, pero nos quedamos como guerreros y esos momentos no se olvidan nunca.

¿Y por qué te vas por la puerta de atrás?

Simple: no me quisieron más. Te voy a contar la historia. Todos los años, antes de irme de vacaciones, me decían “Negro, queremos que te quedes un año más”. Y yo entraba a la oficina, ni miraba la cifra y firmaba.

¿Y no te llamaron más?

Nunca. Era 2 de enero de 2012, en Argentina, y no sabía qué hacer. Es más, yo mismo llamé y nunca me contestaron. Entonces, ahí dije “creo que se viene el final”. Y me hundí en una tristeza única.

¿Sueñas con una despedida a lo Waldir? ¿Te gustaría?

Claro que sí, pero no depende de mí. Hice mucho por Universitario de Deportes, la gente no lo sabe, pero eso me lo guardo solo para mí.

Gabriel Casimiro
gcasimiro@depor.pe

Los videos de la entrevista:

.

NO DEJES DE LEER