61 años de historia no pasan desapercibidos para ninguna institución. Y Sporting Cristal se forjó un nombre a lo largo del tiempo. Sin embargo, una década marcó un antes y después en el Fútbol Peruano: los noventas se tiñeron de celeste y Jorge Soto fue uno de los artífices de los recuerdos imborrables rimenses.
Ya han pasado 8 años desde la última vez que el ‘Camello’ jugó un partido como profesional. No fue con la camiseta celeste, sino con la rojinegra de Melgar. Luego, se retiró. Se dedicó a otras cosas de la vida y ahora alienta al equipo que le dio la oportunidad de ser uno de los futbolistas más ganadores de los últimos tiempos.
En la retina están sus goles a Vélez Sarsfield por la Libertadores de 1997 y una ‘chalaca’ increíble a Rosario Central en el 2004 en el antiguo Estadio Nacional. Jorge Soto se sincera con Depor y cuenta pasajes de su vida, lo mejor de los noventas, su pase truncado a Universitario de Deportes y una inacabable vinculación al fracaso de Sampaoli en Sporting Cristal.
¿En qué momento te diste cuenta que querías ser futbolista?
Como todo niño, me gustaba jugar y en mi caso me regalaron una pelota. Y yo era de un barrio muy ‘futbolero’ como Matute y siempre salíamos al parque a jugar con mi hermano José y mis primos. Siempre por las ‘banquitas’ del barrio y poco a poco eso nos llevó a ser futbolista.
¿En Matute te hiciste hincha de Cristal?
Lo que pasa es que yo me hago hincha de Sporting Cristal en las épocas cuando habían ‘tripletes’ en el Estadio Nacional. Mi papá nos llevaba a la tribuna oriente y por un gol que hizo ‘Cachito’ Ramírez que era imposible de anotar, pero que él la colocó me hice hincha celeste, pese a que mi hermano es de Alianza y mi papá de Universitario. Yo era el único cercecero en casa.
¿Como era esto en la casa?
Cuando había clásico entre Cristal y Alianza, siempre discutíamos y peleábamos cuando éramos niños. Luego crecimos y cuando fuimos futbolistas, cada quien defendió sus colores y mi papá estuvo al medio. Nos apoyaba en ambos casos.
La vida de pequeño era mucho más sencilla. Salías del colegio y solo jugabas fútbol…
Sí, es verdad. Yo estudié en el colegio Tupac Amaru en Barrios Altos por 5 eqquinas y siempre había campeonatos de colegio que ahora hacen falta. Hace mucho tiempo no veo que colegios juegan entre todos. Solo los particulares lo hacen. Antes era muy regional y era importantísimo.
Tu capitán en Cristal y tu hermano en Alianza. ¿Corre por la venas lo de ser líder?
Yo creo que sí, mi padre fue mayordomo general de la hermandad del Señor de los Milagros. Además, fue jefe de un departamento cuando estuvo en Coca Cola.
¿Y cómo se dieron las cosas para que lleves la cinta en Cristal?
Yo soy capitán por los años que tuve en Sporting Cristal y la influencia de los jugadores y compañerismo. Después de que se fueron muchas figuras, Pedro Garay me entregó la cinta en el año 1997 y desde ahí estuve hasta el 2007 tuve el honor de llevarla.
¿Cómo se dio el pase a Sporting Cristal? ¿Fue sencillo?
Había hecho una buena campaña con Municipal en el año 1992. Fui la revelación del campeonato y en ese tiempo los dirigentes negociaban entre ellos. Sin embargo, yo había hablado con don Jorge Nicolini para ir a Universitario y ya tenía un arreglo de palabra. Solo faltaba que Municipal con Universitario cierren todo. Pero no se pudo dar. Después hubo la posibilidad de llegar a Cristal y fui el último jugador en llegar al Sporting cuando estaba Federico Cuneo como presidente. Luego me comentó que había peleado mucho por mí. Aproveché y fui a una de las mejores instituciones del país.
A partir de allí empezó lo mejor de tu carrera…
Tuvimos la mayor goleada del año. Los mejores goles también y estuvimos cerca de pasar la barrera de los 100 tantos en el 95. Además, tuvimos el gol de los 17 toques y la hinchada de Cristal volvió o renació por muchos jóvenes que se hicieron hinchas del equipo. Además fue porque Cristal fue a la Libertadores e hicimos campaña muy aceptable. Se llegó a la final en 1997 y bastante nos apoyaron en ese sentido.
De la Copa Libertadores del 97 se ha hablado muchísimo. ¿Cuál fue el momento en el que se dieron cuenta que podían hacer algo más que participar?
El momento clave fue el partido con Vélez que ganamos allá con gol mío. La gente empezó a creer en nosotros. Después de ir 0-0 en Lima, fuimos a Argentina a dar todo de sí, pero siempre recuerdo que un domingo anterior habíamos perdido ante Alianza Lima que nos voltearon 5-4 cuando íbamos ganando 4-2 en Matute. Y ese domingo las posibilidades de ir a Argentina y el partido con Vélez era el jueves y esos 4 días nos ayudó bastante a cambiar el chip. La Copa Libertadores es diferente y todos juntos fuimos y nos llevamos el resultado.
Más allá de jugar bien, ustedes daban la sensación de armonía grupal. ¿Cómo llegaron a comprenderse tanto?
El equipo se entendió mucho, entre otras cosas, por el tiempo que concentrábamos. Además hicimos una pequeña pretemeporada después de jugar con Vélez e hicimos un recondicionamiento físico en el Cusco para ir a jugar en La Paz. Sin embargo, con Bolivar jugamos en Oruro, pero en ese transcurrir de la concentración, también fuimos a jugar con la Selección a Barranquilla y le ganamos 1-0.
¿Si tuvieras que elegir un gol entre el que le hiciste a Chilavert y la ‘chalaca’ que le hiciste a Rosario Central en Lima, con cuál te quedas?
Es muy difícil porque fueron goles trascendentales, pero creo que me quedo con el primero por todo lo que se había conversado durante la semana. Chilavert dijo que no me conocía y que yo vivía en un sótano. Además, por la clasificación. Pero al fin y al cabo, me quedaría con los dos goles.
Muchos delanteros pueden acabar su carrera y nunca anotarán un gol de ‘chalaca’. Tú en cambio, eras volante y tenías harta anotación
Lo que pasa es que en menores en Municipal tuve al profe Álvarez que me enseñó a jugar en todos los puestos. Solo me faltó ser arquero. Yo sabía lo que hacía el marcador y otras posiciones más. En el ‘Muni’ debuté de central en y luego pasé de lateral derecho y hasta jugué de delantero.
¿Y en cuál te sentías más cómodo?
Atrás del nueve. Me gustaba jugar libre. Ahí me gustaba porque era un jugador desordenado y estaba atrás y arriba.
Pero en la Selección te mandaban de lateral…
La gran mayoría me envió de lateral. Sufría con la marca y no era mi fuerte que digamos. Pero igual hice buenos partidos.
¿Por qué nunca llegaste a rendir en Brasil?
Lo que pasa es que Carpegiani (entrenador de ese entonces) quería que renuncie a la Selección Peruana y yo no podía hacerlo. me pidió que ya no vaya. Justo en ese año que me contratan yo hice la pretemporada en enero y en febrero me fui a la Copa de Oro con la bicolor. Nos fuimos como un mes y pasamos de fase y eso no le gustó.
¿Qué significa Sporting Cristal para ti?
Significa mucho. Es como mi segunda casa. Cristal representa mucho en mi carrera por la gente que conocí y que dimos todo. Es una de las mejores instituciones del país y de Sudamerica. Yo también jugué en Brasil y Argentina y no hay que menospreciar la calidad de personas que están en Cristal.
(Foto: Archivo)
Muchos hinchas exigen que Cristal vuelva a repetir una campaña de Copa Libertadores como la de 1997, pero hasta ahora no se ha podido dar…
Es complicado. Hay gente que piensa que es fácil. Es otro método en Copa Libertadores. Es más difícil. La gente siempre dice que hay que mejorar la campaña de 1997 y eso ya fue. Hay que ver cada año como lo mejor y Cristal, si Dios quiere, el próximo año sea de lo mejor y pase a la segunda ronda. Allí ya puedes ver un partido ida y vuelta. Todo puede pasar.
¿Qué se necesita para lograrlo?
Cristal tiene que reforzarse. Es un equipo con muchos jóvenes y en algún momento se podrá llegar a instancias finales.
¿Qué decir del equipo actual de Mariano Soso?
Se le critica por el estilo de juego, pero están en la final. Quizás no es muy vistoso; sin embargo, ahora se viene la final de local. Melgar siempre hace gol de visitante. Ahora Cristal juega en Lima y sé que el público va a estar en el Estadio Nacional. Y ojalá sea un triunfo y campeonemos.
¿En qué futbolista ves un futuro ‘camello’?
Me han hablado mucho de Fernando Pacheco. No lo he visto mucho jugar. Es un futbolista joven y ahora que ando yendo al club a verlos. A veces no lo ponen, pero ahora tiene que aprovechar que irá al Sudamericano. Es bien joven.
Te dirigieron muchos técnicos extranjeros a lo largo de tu carrera…Paulo Autuori, Sergio Markarián, Edgardo Bauza. ¿Con cuál te quedas?
Todos. Pero Juan Carlos (Oblitas) fue el principal. Él me llevó a Cristal y te hablaba las cosas claras. Don Sergio era más táctico igual que Autuori y Sampaoli. De todos saco un poco.
A propósito de Sampaoli, él mismo admitió que su mayor fracaso fue en Sporting Cristal. ¿A qué se debe?
Era un técnico, en su momento, muy capacitado para estar en Cristal. Tuve la suerte de estar allí. Se dijo mucho que yo tenía mala relación con él. Sin embargo, me dieron vacaciones dos meses antes que él salga. No sé porque comentaron que yo tenía problemas con él.
¿A qué se debió esas vacaciones?
Fueron unas ‘vacaciones forzadas’. Pensaron que yo le hacía mal al grupo y también a él. A pesar de eso, el profe se fue y el equipo se salvó ese año.
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