Más que una entrevista, este es un testimonio de vida del pícaro Aldo Olcese. Una historia que quiere compartir con todos los ‘chibolos’ que sueñan con ser futbolistas, para que no cometan los mismos errores. Hoy, ya con 40 años, el volante de Deportivo Municipal asegura que si el alcohol y la noche no se le hubieran cruzado en el camino, su carrera y su vida pudieron ser diferentes.
¿Te arrepientes de algo en tu carrera?
Quizá de no haber cuidado lo necesario mi vida privada. Hoy, ya maduro, creo que si lo hubiera hecho, otro hubiera sido mi futuro.
Reconoces que no llevaste una vida ordenada…
Si preguntas por mí, van a decir que “el ‘chato’ es un bandido”. Y es cierto, en algún momento lo fui.
¿Fuiste conformista?
Me conformé con lo que hacía en la cancha. Pensé que era suficiente. Ahora me doy cuenta de que no era así.
¿Es cierto que armabas las juergas en Alianza?
Cuando regresé de Europa, no tenía dónde vivir. Alianza me alquiló una casa en Miraflores y, como era grande, hacíamos parrillas. Arrancaban temprano y terminaban uffff, bien tarde.
¿Qué tan tarde?
Nos juntábamos algunos de Alianza con amigos de otros clubes. Mi suegro preparaba muchame (carne de lobo marino) con ajo y la gente se animaba. Comenzábamos a las 2 o 3 de la tarde y terminábamos bien de madrugada.
¿Y no te cuidabas?
Al comienzo no sentía nada y seguía saliendo. Después, el cuerpo ya no me daba más. La noche comenzó a pasarme la factura.
¿Cuántas veces a la semana ‘liquidabas’?
A veces dos o tres veces. Salía a almorzar un ceviche con su ‘chela’ y no paraba hasta el otro día. Y luego iba a entrenar. La hacía linda, lo reconozco.
¿Cuando jugabas en Bélgica también te perdías así?
Sí, allá me hice muy amigo del ‘Cuto’ Guadalupe, que también jugaba por ahí en esa época. Parábamos con Carlitos y Fernando, dos pisqueños que vivían allá. Ellos nos preparaban el ceviche y, claro, lo acompañábamos con su ‘chelita’.
¿Y allá o acá nunca un DT te pescó resaqueado?
Claro que se daban cuenta. Gustavo Costas era uno de ellos, pero como le rendía en el campo no era tan estricto. De Bélgica me regresé porque tuve problemas con el técnico por ese tema.
¿Tu esposa no decía nada?
Llevar esa vida me costó mi primer matrimonio. Salía mucho, era de los que se amanecía de juerga. Fue una época muy complicada y la relación con ella estaba mal. Con decirte que tenía ropa en mi carro y dormía en hoteles. Me fui de mi casa.
Y esto inevitablemente afectó tu carrera…
Fue uno de los peores momentos de mi carrera y de mi vida. La relación se terminó y no podía ni ver a mis hijas. Imagínate.
¿Y cuándo paraste la mano?
En el 2004, cuando conocí a Olga, mi actual esposa. Ella me hizo entender que esta profesión no duraba para toda la vida. Comencé a caminar con ella, fue mi salvavidas.
¿Antes de casarse ella sabía que eras todo un ‘angelito’?
Sí sabía, y yo igual seguía saliendo, pero ya no como antes. Ella me ayudó mucho a encontrar el camino y cuidarme. Gracias a ella sigo jugando fútbol a mis 40 años.
¿Nunca probaste drogas?
Jamás tuve la curiosidad de probarlas, tampoco me las ofrecieron. Soy de Chorrillos y tengo calle. De ‘chibolo’ mis hermanos me cuidaron y la gente del barrio donde viví, también. Al primero que me quería malograr, lo abollaban.
¿Nunca te quedaste dormido después de juerguear y faltaste a entrenar?
Nunca. Gustavo Costas se daba cuenta, pero me hablaba, me pedía que rindiera en la cancha y que para eso debía cuidarme. Me aconsejó mucho, pero yo seguía.
Con tanta noche, ¿no te quedaste misio?
Gracias a Dios, no. Despilfarré mucho dinero, es verdad. No estoy misio, pero tampoco tengo un mal colchón. Para vivir tranquilo, sigo jugando. Eso, el derroche, es algo de lo que me arrepiento.
Los hijos crecen y las obligaciones son mayores…
No voy a negarlo. Hubo un momento en que las vi negras. Los clubes de provincia donde jugaba se atrasaban en los pagos y no podía cumplir con mis hijas, pero ahí estuvo siempre Olga para darme una mano.
¿Qué piensas cuando ves por la tele a los ‘chibolos’ talentosos juergueando?
Al que me pide un consejo, se lo brindo. Yo siempre me pongo como ejemplo. Les diría que no hagan lo que yo hice, porque a veces nuestra carrera es corta y no la sabemos aprovechar. Hay tiempo para todo en la vida. Lo más triste es cuando te das cuenta y el tiempo ya pasó. Te pasa la factura y no tienes nada.
¿Te quedas con el Cristal del 94 o el Alianza bicampeón?
Son etapas marcadas. En Cristal jugué muy poco y con Alianza conseguí tocar el cielo. El hincha me quiere. Algo bueno hice.
¿Qué te faltó conseguir en tu carrera?
Si me cuidaba más, quizá me hubiera quedado más tiempo jugando en Europa.
ALDO OLCESE X TRES
“El video fue tal cual”
Si pudiera retroceder el tiempo para borrar algún capítulo de su vida, sería el ‘ampay’ con la modelo Malú Costa. “Estábamos concentrados en Alianza y el programa de espectáculos sacó las imágenes. No las quería ni ver. Me jodieron duro en la concentración. Hoy cuando la ca… en la cancha, gritan ¡‘Mamalú’! en la tribuna. Es mi karma”, dijo. Pero aclaró que todas las imágenes ‘hot’ que se vieron fueron reales.
Aún no cierra la fábrica
Aldo Olcese está recontra ‘happy’ con sus cinco bellas hijas, pero no descarta la posibilidad de jugarse la ‘última bala’. Es que el ‘chato’ quiere el varoncito. Stephany, Valeria, Silvia, Daniela y la pequeña Alessia le alegran la vida y lo acompañan en cada uno de sus partidos.
“Ellas se quieren mucho, a pesar de que Alessia es de mi último compromiso. Siempre se buscan. Ellas son el motor de mi vida”, contó.
“Será mi último año”
Será su último año como futbolista profesional y se retirará vistiendo la camiseta de Deportivo Municipal, como soñaba su papá. “Este será mi último año en Primera. Como se lo prometí a mi ‘viejo’, me retiro jugando en ‘Muni’. Lo subí a Primera y espero clasificarlo a un torneo internacional”, dijo.
Después será técnico de fútbol: ya terminó la carrera. “Comenzaré con mi academia”, comentó.
Por Jesús Mestas
lmestas@depor.pe