[Columna de opinión] Los vicios mundanos en su mayoría, destrozan hogares, separan familias y autodestruyen al ser humano. Las drogas, la ludopatía y el alcohol, no terminan siendo solo el “problema” de un individuo: lo enfrentan todos los componentes que lo rodean. Pero muchas veces estas adicciones, pueden fortalecer al sujeto que convive en ese ambiente para sacar lo mejor de sí y convertirte en un paradigma a seguir. Cristiano Ronaldo sin duda, se perfeccionó gracias a esto.
7 de septiembre de 2005. Un joven Cristiano de 20 años, debutó a los 18 con su selección, se encontraba en Moscú a la víspera del juego eliminatorio rumbo a Alemania 2006. Luiz Felipe Scolari era su técnico, y tuvo que darle la peor de las noticias, la que sin duda lo marcó y lo hizo tal vez el jugador con mayor fortaleza mental y competitiva de la actualidad. Su padre, José Dinis Aveiro, falleció producto de la adicción al alcohol, esa droga que consumida en exceso, termina aniquilando al adicto. Felipao entre lágrimas, le dio la noticia. Cristiano, de expresiones emotivas y muy elocuentes, también lloró, pero tomó esa decisión que marcó su carrera: el dolor se lleva por dentro, y la profesión, en un escenario tan complicado como una eliminatoria mundialista, requería de ese salvajismo para competir que lo distingue del resto. Se puso los botines, y para el campo. (Fuente Marca)
“En ese momento comprendí que Cristiano Ronaldo era un futbolista especial”, contó Scolari después del empate 0-0 ante Rusia, que los dejó casi con el boleto para Alemania 2006, donde Portugal quedó en el cuarto lugar. Cristiano afrontó ese escenario donde cualquier ser humano se derrumbaría, como una prueba a sí mismo. Un examen que exigió el mayor de sus límites para concentrarse, y asumir que su padre había muerto, pero Portugal lo necesitaba. Ahí quizá, nació el Ronaldo de los tres Balones de Oro, y de los gigantescos récords.
Scolari le dio permiso para que Cristiano Ronaldo abandone la concentración, y viajar inmediatamente a despedir a José Dinis. Sin embargo, el deseo de honrar su memoria en el campo, lo motivó a seguir. Su padre era utilero del club de barrio Andorinha, y él le inculcó la pasión por el fútbol. Probablemente sin intención, la penosa adicción de Dinis, fortaleció al ex Manchester United en la edad ideal: cuando uno define su personalidad y decide tomar el camino correcto dentro de los distintos futuros que te lleva a vivir cualquier decisión. “He aprendido mucho de la muerte de mi padre, que era alcohólico”, le confesó hace unos días a The Times y a El País.
Cristiano Ronaldo junto a su padre. |
“Ese día quería jugar. Solo sabía que quería jugar. Quería jugar el partido en honor a mi padre. Quería marcar un gol por él. Me puse a prueba y puse a prueba a todas las personas que me quieren. Mi padre siempre me alentaba, me pedía que fuese ambicioso y se sentía orgulloso de lo que había conquistado en el fútbol. Sé que está presente ahora y que se siente muy orgulloso. Sé que él me guía desde el cielo”, confesó Cristiano años después de lo sucedido. Muchos piensan que su vida fue fácil y que el dinero y el éxito le quitaron su esencia. En el año 2000 casi se retira del fútbol por un problema en el corazón y 15 años después, paradójicamente, se convirtió en el máximo goleador del Real Madrid.
Hace algunas semanas, precisamente en el duelo ante Malmö, Cristiano Ronaldo llegó a la escalofriante suma de 324 goles en 308 partidos con el Real Madrid, y así superó a Raúl González, leyenda blanca, como el máximo goleador del club. Lo es también de Portugal, y ya lleva más de 500 goles en su carrera. ¿Casualidad? Para nada, su personalidad, deseo de ser el mejor, perfeccionismo y confianza en sus capacidades, lo han llevado a ser el único que le discute el cetro a Lionel Messi. Algunos prefieren al argentino y otros al portugués, pero aquí el tema radica en la monstruosa competitividad de dos tipos que vienen disputando año tras año, quizá, el duelo contemporáneo más igualado de la historia del fútbol.
Cristiano Ronaldo junto a su padre. |
Y por si fuera poco, si ya era suficiente con un padre alcohólico, Cristiano Ronaldo convivió con otro estadio destructivo gracias al alcohol. Su hermano Hugo, de 32 años, cayó en los placeres de la bebida, y el futbolista, le pagó un tratamiento en una de las principales clínicas en Lisboa. Su madre Dolores cuenta, la trágica relación entre la adicción y dos de los parientes más cercanos al Comandante. “Cristiano ha visto lo que la bebida y las drogas le pueden hacer a la gente que tiene cerca y eso es, en parte, lo que ha contribuido a hacer de él quien es hoy en día”, explicó la señora Aveiro hace unos años a Daily Record. “Eso explica el motivo para que Cristiano no tenga vicios. No fuma y no bebe. Su única adicción es el fútbol. Dinis (su padre) bebió hasta la muerte y eso dejó destrozado a Cristiano. Una y otra vez Cristiano le ofreció pagarle un tratamiento a su padre pero Dinis siguió bebiendo. Era todavía joven, 52 años, cuando murió. Cristiano estuvo muy cerca de su padre siempre. Le hubiera encantado que estuviera vivo para ver el jugador que es hoy. Es muy triste”. Sin duda, hay que ser muy fuerte para superar esta terrible tragedia familiar.
Cristiano Ronaldo junto a su hermano. |
Gracias a la inversión de Cristiano, su hermano Hugo logró salvarse. El dinero que ganó desde muy joven en el fútbol, le sirvió para pagar la mejor de las alegrías: conseguir alejar a su propia sangre de ese maldito mundo. “Cuando Cristiano tenía 16 años, ganaba más dinero y le pagó un tratamiento a su hermano mayor. No hay duda que su dinero ayudó a salvar a Hugo. Las cosas podrían haber ido muy diferente si Cristiano no hubiera sido futbolista: es una persona muy generosa”, finalizó su madre orgullosa, como en las tres ceremonias donde su hijo se llevó el Balón de Oro.
Cristiano Ronaldo junto a su hermano. |
La vida nos termina dando lecciones. Mucho se juzga sin conocer el pasado, sin saber lo difícil que es llegar hasta la cima del mundo, atravesando una vida con tantas grietas, con demasiadas dificultades, donde varios, se rendirían ante tamaño contexto. Cristiano Ronaldo cogió ese trágico destino, y lo asumió como la energía necesaria para ser el mejor. Su sacrificio, la resistencia al dolor y la fuerza de voluntad, hicieron de él un gladiador hermético al dolor, y consciente de que esa vida que le tocó, construiría a un deportista de los más fuertes del planeta.
“En mi cabeza yo soy el mejor. Y creo que todos deberíamos pensar así de nosotros mismos si queremos conseguir grandes cosas”, confesó con esa seguridad como cuando está en posición de aniquilar al arquero. Cristiano Ronaldo es un tipo egocéntrico, perfeccionista, al límite de lo competitivo, pero también por el contrario, solidario, buen padre y a muerte con su familia. “La familia es la base de mi éxito”, concluyó la famosa entrevista donde explica al detalle lo que ha sido su revulsiva vida, donde la cresta de la ola llegó, y lo convirtió en ese animal competitivo sin miedo a la extinción.
Alejandro Vernal Padilla
@AlejandroVerPa
avernal@depor.pe
EL DATO: Cristiano Ronaldo juega su séptima temporada en el Real Madrid.
Cristiano Ronaldo junto a su padre. |
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Posted by Depor.pe on martes, 3 de noviembre de 2015
Real Madrid recibió una buena noticia antes de chocar ante PSV. |
(AV)